
Petrus Cairo
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domingo, 19 de diciembre de 2010
Mi señor

domingo, 28 de noviembre de 2010
Retando al olvido

Que atrevida brisa pasea por las plazuelas
y toma el pelo a los faroles despiertos en la cabañuela de la melancolía,
estar triste es una utopía que saborea la memoria a solas,
y yo uso de excusa cualquier tema para escribirte.
Contarte que tu nombre se me escapó en el ruido de la playa,
tropezando con el pañuelo gastado de un lado mío que no es tan mío,
pero tú sabes, sólo tú, que me hice viejo a propósito para volver a ser joven,
para orar por nuestro secreto,
para decirte que el campanario sabe cantar desafinado,
para cenar contigo en mi cabeza
y pedirte la mano cuando descanse el tiempo,
y aunque a no sean horas apropiadas
pasear por la alameda mayor y ver palomas libres dormir por la tarde
cuando el sol señala fatiga y a la deriva se divisa la promesa perdida
de una muda ilusión que brama tu nombre retando el olvido.
Contra Natura
Bajo la mirada y guardo bullicio
partícipe de la encrucijada con alcohol
cuando la soledad me hace juicio
y de selecto jurado, desazón,
a la franja enemiga me apego
no tolero la paz que muestra tu distancia,
para tu desamor soy torero
con una media verónica me caigo sin elegancia,
si preparamos al crudo discurso
sin íconos que desfilen por la cabeza,
ni agendas y besos con uso
ni agujetas que amarrar en la conciencia,
celebrando el aniversario de tu abandono
cuando tu amor era mi ozono
y cada caricia era cultura ,
dejando sin guardia la pasión,
mi alma formada en el paredón
y tu último adiós un contra natura.
martes, 16 de noviembre de 2010
Orilla de la primavera

Yo ando bien, derramando musas
con precios en barata de inspiración,
si no hay que escribirte busco escuzas
que no me desmienta el corazón,
que la mañana me haga un te quiero
impreso en la piel ajena del deseo,
cuando me apena proyectarme al destierro
del pañuelo roto de la inocencia y el esmero,
me caso, cuando me lo permitas
y me dejas a la orilla de la primavera,
infectando la tristeza de termitas
con sabor a vainilla con firma de cualquiera,
a los treinta años me veré sumergido
en un futuro bien construido
con la factura del anillo que la pasión enlista,
novio, amigo, amante, protector, marido,
robémosle las flechas a Cupido
para no caducar nuestra felicidad en cinta.
felices dos años y un mes...mi amor
Que

Qué pesada es la noche
ahora que mi silencio es una horca
donde el único rey es la meditación inoportuna
de una charla ingrata antes de apagar la luz,
qué lástima da sólo oir mi voz
y contagiarme del gris de las cortinas,
lavar con pasado las mejillas
y poner en cuarentena el corazón,
qué ligera es la mejora
que no se nota en mi semblante,
el sol de pone del otro lado de la cabecera
y si hubiese rastros de magia,
sí es mi culpa, es mi culpa que
este poema exiliado nos venga a visitar
cuando en mi cabeza sólo tu presencia me permite respirar,
que abrazadora hoguera me quema el corazón.
sábado, 6 de noviembre de 2010
Zumo de dicha

Tú sabes que me gusta el espectáculo
de verte abrir las persianas de tus ojos,
de convertir tu colchón en un oráculo
de sudor encharcando nuestros rostros,
tú sabes que me gusta presumirte
el milagro de sembrarnos primaveras,
resbalar miel del frente y ungirte
con rosas que adornan tus caderas,
tú sabes que me gusta seducirte
aromando con rosas salvajes nuestro encuentro,
perderme entre tus rizos y consentirte
la fiel promesa del sacramento,
perdona si te saqueo a diario
el zumo de la dicha de tus labios
robándole protagonismo al amor,
cuando te conocí no usaba mapa
y naufragué en tu tierra santa
donde siempre sonríe mi corazón.
El último Tren

El chino que de esperar me tiene pelado,
que nació de otra madre, qué naturaleza
crecer a distancia y conectados
por las musas que no nos tienen paciencia,
paseamos música, sin darnos cuenta
teníamos una mina de talento,
no explotarlo, fue una indecencia
el pecado mortal de nuestro acento,
a los veinte cocinabamos sueños
en la caldera rota de una canción,
cada verano se quitaba el velo
cuando el invierno nos nutría el corazón,
y conocimos faldas amazonas
en la plazuela abandonada de la utopía,
cada extraño de turno era buena persona
cada frase sin sentido, poesía,
y acercándonos a los treinta,
el sargento de barranco nos reinventa
el macerado atrevimiento de componer,
y febriles como debutantes de tintero
una media verónica para el ruedo
y esperar a la libertad en el último tren.
Cairo...Mi padre...Poema

Mi padre, de uniforme e inspirado
leía sus memorias en la sala,
con el café mal cargado
recordaba lo que no soñaba,
endeudado de mujeres, sin premio,
sin medallas, ni cobija ni argumentos,
ausentado de los lonches en vela
reza cartas que le quitan el sombrero,
mi padre, fue cometa a la deriva,
botón que se cayó del saco,
brindó en arrabales sus bebidas
la arruga honrada del fracaso,
mi padre, marido de mi madre,
sangre que riega mis sentidos
ay de quien haga que se enfade,
sin pisar la calle ya era temido,
mi padre, que aprendía de memoria,
lo que suprimía su historia
balanceándose entre fotos del velador,
a sus veinte años de caído,
no lo alcanza la turba del olvido
Ignacia Medrano

Noche de cuerpo, dime como quieras
qué pesar obstruyen tus venas,
ese color suave de canas
condimentando la piel de la primavera,
sin rosarios para tu manías,
clan de cansados ojos marrones,
para primera dama tu corazón de María,
para confidentes, Opus Dei y Masones,
cuanto te luciste con comensales
sin cobrar por llenar sus bastos intestinos,
sonreír siempre al culminar la tarde
y darle la espalda al enemigo,
que paz que acaricia tu almohada,
tantos recuerdos dormidos en el césped
de una finca abandonada
por Mamá Lola y sus doce hijos silvestres
ama de llaves del destino
que adoptaste a tus sobrinos
y corregiste el surco de sus metas
Ignacia Medrano suena fino,
sacándole los dientes a los vecinos
del alma de Dios que te contesta
Cielo

Se abre el aro de palomas cansadas
transitando en la falda de la aurora,
yo por ti, ni media palabra,
la música que adorna a mi futura señora,
tímido por condena de mis genes,
la orquesta de mis inquietudes aprietan
la idea que mis ojos pretenden,
colonizar tus besos, limeña,
sabías que me fui para quedarme,
del vaivén huraño de las decepciones,
ese día cumplía años mi padre,
cuando se contagiaron nuestras razones,
y cada noche perdono a la luna
dejarnos a solas en diferentes camas
con una soledad inoportuna
que ansiedad en la mañana,
para decir “te necesito” digo cielo,
y me embrujo en el caramelo
de tus labios finos de verbena,
con planes de soñar en el mismo techo
y dejar mis frutos en tu lecho
para ser pilares de mil noches buenas.
viernes, 5 de noviembre de 2010
BESO
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Buena Compañía

Arrastrando mis pupilas por tus formas
tierra ajena del olvido y el "no quiero",
besar tu mapamundi es una norma
que acato sin prisa y con esmero,
Tropiezo con el ingrato deseo
de esculpir la sonrisa de tu espalda,
una catarata resbalando del cielo
que se oculta en el abismo de tu falda,
Maquillando mi perversión, veo estrellas
que juegan a la ronda por tus caderas,
que se luzca el corazón en las veredas
tomando sol bajo alfombra querella,
a la cabeza de mis pecados del ayer
hago elogio a la fogata del neceser
donde la meta es adorar tu compañía,
la mirada de tus celos deja ver
lo que oculta el idioma de tu piel
y me embriaga de tus besos la alegría.
Devoto

Brindo con tu perfume a tu salud,
quitándome las alergias de la alegría,
el pasado descansa en ataúd,
viste como tu felicidad me derriba,
y acepto que te saco de quicio
un montón de pocas veces,
porque me aferro a mi insano oficio
inventar tragedias con creces,
y me empapa la tierna saliva
de la torre abandonada del deseo,
no hay más duda a la deriva
dejando de creer en lo que veo
se enferman las pesadillas
lúgubres de historias que me hacen daño
mientras camina en un desierto mis poemas lacayos
siendo tú tan niña,
interpretas con elegancia y me haces devoto
al Petrus alojado en el cielo de tus ojos
lunes, 1 de noviembre de 2010
Meta, calma

miércoles, 6 de octubre de 2010
Mi fortuna

Se dibujan puntos suspensivos
en el tiempo que nos toca,
master de mi deseo, tu boca
que explota el mejor de mis cinco sentidos,
el tiempo es un mito entrometido
que hurga las grietas del corazón
del pasado, preferimos omitirlo,
no nos quejamos ni tú ni yo,
pareciera que fue ayer
la mágica noche que asalté tu almohada
y en el parto de una bocanada
cultivaste las sombras de mi voz,
y confieso haber sucumbido
en la ruinosa capilla de la duda,
marchitando mi fortuna
y complaciendo al enemigo,
qué buen mate de sabores
para saltearnos las excepciones
y desempolvar nuestras vidas del ayer,
cuando disfrutamos nuestros besos poderosos,
con nuestros corazones ojerosos
gozando cada noche una luna de miel.
Indeleble

cuando crees que todo tiene sentido,
nace de mí la intención de adorarla
como sueñan con juguetes los niños,
los dioses que anidan en tus ojos
atizan el fuego de tus sueños,
el invierno usa ropa de otoño
e hipoteca corazones en el suelo,
se deshojan tus pestañas de belleza
golondrina vagabunda, hazme caso,
patrullando descalzo entre las rejas
del mañana, me descuido y resbalo,
no quiero imaginar si me despido
despistándome de tu camino
princesa, retrato de la primavera,
firmo labios con besos indelebles,
y confabulo que se celebren
los veinticuatro meses que nuestra quimera.
Cartas Sin Rima

El primer desamor que me acribilló
se oxidó en la tumba de mi melancolía,
los días engrilletados con la pasión
enlutando mi corazón
me mostraron más de lo que sabía;
el solo de besos de la razón
se pierde en el infinito de su pantomima,
las rosas se tiñen con el colchón
desperdician mañanas sin sol
y escriben cartas sin rimas;
y la mente se vuelve vaga
y la cara se apaga
en una liana colgada
de la rama de la histeria,
convencen los años a recuperarse,
la sabiduría siempre llega tarde
y a limpiar los zapatos para
ganarle pasos a la miseria.
Caricias Caseras

Quién te dijo que es muy tarde,
por qué le das importancia al reloj,
en la alfombra se incinera el alarde
del eco seco del desamor,
qué condena pagan los amantes,
por qué pesan esos pétalos ansiosos
que juegan con los destrozos
ordenados, rastros de calmantes,
no me digas que no hablaste
bajo, y dibujaste una primavera
mientras reías, Dios quiera
que decidas quedarte
y compartir conmigo sin apresurarte
caricias caseras,
se pendiente de mi apellido
que lo olvidaré al ser todo tuyo,
de este amor no es culpable Cupido
sino el descuido y la dicha juntos.
Mujeres

Orate, endeudado,
escribano sin minuta,
multado en el amor
suplica de cicuta,
extraño en mi cabeza,
suspiro sin disimulo,
dañina delicadeza,
anochecer clarioscuro,
lista de agonizante,
cristiano sin vocación,
espía de la ducha,
oídos que no escuchan,
condena del poeta,
escote de fantasía,
premio de policía,
línea roja del destino,
adulto que no fue niño,
torta con la cereza,
piernas que me aderezan...la pasión.
Saramago sin sentido

Ojeras de tortuga que madrugan
en busca de títulos que iniciaban
sorpresa y desarrollo,
bastardo de la censura,
plaga de la cordura
que se contagian con pluma de arroyo,
pavura que se desbordaba
sin dejar espacio al saldo
que le tenías al cristiano redundante;
un libro no bastaba
para mantenerte sano y salvo
en este mundo de ingenuos y atorrantes;
aclamado por tus detractores
que patinan por las barbas de la prensa
y a excomulgarte con honores
ante el Papa saturado de protestas;
te dormiste sin anotarlo
un año tan polémico
que hasta los años bélicos
los pasaste sin notarlo,
alupando tu mirada
en las cansadas gafas de resina
cada verano cambiabas de vecina,
y tus testigos se piraban,
razón de Nobel, tu brillantez,
espada filosa de carroña y talento,
residente en islas de sensatez
con las olas mancas,
en la laguna oscura de la imaginación,
aromas una ventana con ron
perdido de las cartas de madrugada,
y se pide una última promesa
de duplicarse sin delicadeza
e irse durmiendo sin decir nada.
Pobre del escritor

descansando en el lomo de una rústica mesa;
cenizas de tristeza y de dudas
macerando la escoba tísica de años pasados,
bendiciones que se cansaron,
pobre del escritor que piensa a solas
que sufre por amor
que escribe, que sueña, que busca y que tiene un amor…
pobre de sus hijos que no nacerán
porque no hay vientre que inquilíne
en sus aposentos los rastros de una ilusión,
pobre del escritor…
pobre de su madre que se viste de decepción
y vaga por las fuentes de la imaginación,
preguntándose si habrá sol en su amanecer pasada esta noche,
pobre del escritor…
que su perro se hace viejo y sus barbas encanecen
y sus ojos, blanco y negro, como una película muda,
se disipan en la impresión fugaz de la vida.
Pobre del escritor que ama y desenamora
que le sangran los sueños,
que le pesan los labios,
ay mijo, pobre del escritor
que te escribe esta carta.
domingo, 12 de septiembre de 2010
Contigo

martes, 31 de agosto de 2010
San Andeco

Si la vida?

miércoles, 18 de agosto de 2010
Vaticinios

que no es libre sin peso de pavura,
la razón es un soldado malherido
en el tablero de la impostura,
noches alternas que me tientan
tanguitas de color negro, que belleza
me gustan más cuando te sientas
sobre el símbolo varón de mi naturaleza
Luna de miel

en el tiempo que nos toca,
master de mi deseo, tu boca
que explota el mejor de mis cinco sentidos,
el tiempo es un mito entrometido
que hurga las grietas del corazón
del pasado, preferimos omitirlo,
no nos quejamos ni tú ni yo,
pareciera que fue ayer
la mágica noche que asalté tu almohada
y en el parto de una bocanada
cultivaste las sombras de mi voz,
y confieso haber sucumbido
en la ruinosa capilla de la duda,
marchitando mi fortuna
y complaciendo al enemigo,
qué buen mate de sabores
para saltearnos las excepciones
y desempolvar nuestras vidas del ayer,
cuando disfrutamos nuestros besos poderosos,
con nuestros corazones ojerosos
sembrando cada noche una luna de miel.
lunes, 16 de agosto de 2010
Dolor era...será

miércoles, 9 de junio de 2010
Cubatas

Te extraño

No te das cuenta

Poema en Mi menor

martes, 8 de junio de 2010
Mis poemas

Era un niño...mundo

Acogedor

Con la mano de Neruda (Un homenaje a Antonio Cisneros, poeta peruano premiado recientemente)

Amaretto

miércoles, 2 de junio de 2010
Tu ayuda, mi amor

Qué nos sobra?
Detalles, emoción
qué nos falta?
Amargura y rutina,
conocemos los anticuerpos del desamor,
y el mapa perdido de la fantasía.
En tu hombro mi cabeza
apenada, por una racha de malos días,
en los que, ay de mí,
me deshuesa la melancolía;
miran desde lo alto
los dioses del infortunio,
hasta se oye cantar un gato,
el blues de los tejados,
un murmullo
que parpadea en la esquina de nuestra cama;
creemos que somos eternos,
sabemos que sí ingobernables.
Como alma que lleva un demonio
me incorporo, me detengo, me deshago,
me siento vivo, te veo al lado;
me juego la vida
a la placentera partida
de un te quiero sumergido en tus labios.
Tú me esperas
porque sabes que te necesito,
porque no me abandonarías,
porque esperas de la misma placentera partida
ese te quiero refugiado en mis labios.