Petrus Cairo

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domingo, 28 de noviembre de 2010

Retando al olvido


Que atrevida brisa pasea por las plazuelas

y toma el pelo a los faroles despiertos en la cabañuela de la melancolía,

estar triste es una utopía que saborea la memoria a solas,

y yo uso de excusa cualquier tema para escribirte.

Contarte que tu nombre se me escapó en el ruido de la playa,

tropezando con el pañuelo gastado de un lado mío que no es tan mío,

pero tú sabes, sólo tú, que me hice viejo a propósito para volver a ser joven,

para orar por nuestro secreto,

para decirte que el campanario sabe cantar desafinado,

para cenar contigo en mi cabeza

y pedirte la mano cuando descanse el tiempo,

y aunque a no sean horas apropiadas

pasear por la alameda mayor y ver palomas libres dormir por la tarde

cuando el sol señala fatiga y a la deriva se divisa la promesa perdida

de una muda ilusión que brama tu nombre retando el olvido.


Contra Natura


Bajo la mirada y guardo bullicio

partícipe de la encrucijada con alcohol

cuando la soledad me hace juicio

y de selecto jurado, desazón,

a la franja enemiga me apego

no tolero la paz que muestra tu distancia,

para tu desamor soy torero

con una media verónica me caigo sin elegancia,

si preparamos al crudo discurso

sin íconos que desfilen por la cabeza,

ni agendas y besos con uso

ni agujetas que amarrar en la conciencia,

celebrando el aniversario de tu abandono

cuando tu amor era mi ozono

y cada caricia era cultura ,

dejando sin guardia la pasión,

mi alma formada en el paredón

y tu último adiós un contra natura.

martes, 16 de noviembre de 2010

Orilla de la primavera




Yo ando bien, derramando musas
con precios en barata de inspiración,
si no hay que escribirte busco escuzas
que no me desmienta el corazón,

que la mañana me haga un te quiero
impreso en la piel ajena del deseo,
cuando me apena proyectarme al destierro
del pañuelo roto de la inocencia y el esmero,

me caso, cuando me lo permitas
y me dejas a la orilla de la primavera,
infectando la tristeza de termitas
con sabor a vainilla con firma de cualquiera,

a los treinta años me veré sumergido
en un futuro bien construido
con la factura del anillo que la pasión enlista,

novio, amigo, amante, protector, marido,
robémosle las flechas a Cupido
para no caducar nuestra felicidad en cinta.


felices dos años y un mes...mi amor

Que


Qué pesada es la noche
ahora que mi silencio es una horca
donde el único rey es la meditación inoportuna
de una charla ingrata antes de apagar la luz,
qué lástima da sólo oir mi voz
y contagiarme del gris de las cortinas,
lavar con pasado las mejillas
y poner en cuarentena el corazón,
qué ligera es la mejora
que no se nota en mi semblante,
el sol de pone del otro lado de la cabecera
y si hubiese rastros de magia,
sí es mi culpa, es mi culpa que
este poema exiliado nos venga a visitar
cuando en mi cabeza sólo tu presencia me permite respirar,
que abrazadora hoguera me quema el corazón.





sábado, 6 de noviembre de 2010

Zumo de dicha


Tú sabes que me gusta el espectáculo

de verte abrir las persianas de tus ojos,

de convertir tu colchón en un oráculo

de sudor encharcando nuestros rostros,

tú sabes que me gusta presumirte

el milagro de sembrarnos primaveras,

resbalar miel del frente y ungirte

con rosas que adornan tus caderas,

tú sabes que me gusta seducirte

aromando con rosas salvajes nuestro encuentro,

perderme entre tus rizos y consentirte

la fiel promesa del sacramento,

perdona si te saqueo a diario

el zumo de la dicha de tus labios

robándole protagonismo al amor,

cuando te conocí no usaba mapa

y naufragué en tu tierra santa

donde siempre sonríe mi corazón.

El último Tren


El chino que de esperar me tiene pelado,

que nació de otra madre, qué naturaleza

crecer a distancia y conectados

por las musas que no nos tienen paciencia,

paseamos música, sin darnos cuenta

teníamos una mina de talento,

no explotarlo, fue una indecencia

el pecado mortal de nuestro acento,

a los veinte cocinabamos sueños

en la caldera rota de una canción,

cada verano se quitaba el velo

cuando el invierno nos nutría el corazón,

y conocimos faldas amazonas

en la plazuela abandonada de la utopía,

cada extraño de turno era buena persona

cada frase sin sentido, poesía,

y acercándonos a los treinta,

el sargento de barranco nos reinventa

el macerado atrevimiento de componer,

y febriles como debutantes de tintero

una media verónica para el ruedo

y esperar a la libertad en el último tren.



Cairo...Mi padre...Poema


Mi padre, de uniforme e inspirado

leía sus memorias en la sala,

con el café mal cargado

recordaba lo que no soñaba,

endeudado de mujeres, sin premio,

sin medallas, ni cobija ni argumentos,

ausentado de los lonches en vela

reza cartas que le quitan el sombrero,

mi padre, fue cometa a la deriva,

botón que se cayó del saco,

brindó en arrabales sus bebidas

la arruga honrada del fracaso,

mi padre, marido de mi madre,

sangre que riega mis sentidos

ay de quien haga que se enfade,

sin pisar la calle ya era temido,

mi padre, que aprendía de memoria,

lo que suprimía su historia

balanceándose entre fotos del velador,

a sus veinte años de caído,

no lo alcanza la turba del olvido

y lava con su perfume mi corazón

Ignacia Medrano


Noche de cuerpo, dime como quieras

qué pesar obstruyen tus venas,

ese color suave de canas

condimentando la piel de la primavera,

sin rosarios para tu manías,

clan de cansados ojos marrones,

para primera dama tu corazón de María,

para confidentes, Opus Dei y Masones,

cuanto te luciste con comensales

sin cobrar por llenar sus bastos intestinos,

sonreír siempre al culminar la tarde

y darle la espalda al enemigo,

que paz que acaricia tu almohada,

tantos recuerdos dormidos en el césped

de una finca abandonada

por Mamá Lola y sus doce hijos silvestres

ama de llaves del destino

que adoptaste a tus sobrinos

y corregiste el surco de sus metas

Ignacia Medrano suena fino,

sacándole los dientes a los vecinos

del alma de Dios que te contesta



Cielo


Se abre el aro de palomas cansadas

transitando en la falda de la aurora,

yo por ti, ni media palabra,

la música que adorna a mi futura señora,

tímido por condena de mis genes,

la orquesta de mis inquietudes aprietan

la idea que mis ojos pretenden,

colonizar tus besos, limeña,

sabías que me fui para quedarme,

del vaivén huraño de las decepciones,

ese día cumplía años mi padre,

cuando se contagiaron nuestras razones,

y cada noche perdono a la luna

dejarnos a solas en diferentes camas

con una soledad inoportuna

que ansiedad en la mañana,

para decir “te necesito” digo cielo,

y me embrujo en el caramelo

de tus labios finos de verbena,

con planes de soñar en el mismo techo

y dejar mis frutos en tu lecho

para ser pilares de mil noches buenas.








viernes, 5 de noviembre de 2010

BESO


Beso
"Y descubres que un beso,
que no sabe a nada,
sólo lubrica el momento
de comunicarle todas las tiernas palabras
que no te atreves a decirle,
y después del mismo,
ya no son necesarias decirlas"
Petrus Cairo

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Buena Compañía


Compañía

Arrastrando mis pupilas por tus formas
tierra ajena del olvido y el "no quiero",
besar tu mapamundi es una norma
que acato sin prisa y con esmero,

Tropiezo con el ingrato deseo
de esculpir la sonrisa de tu espalda,
una catarata resbalando del cielo
que se oculta en el abismo de tu falda,

Maquillando mi perversión, veo estrellas
que juegan a la ronda por tus caderas,
que se luzca el corazón en las veredas
tomando sol bajo alfombra querella,

a la cabeza de mis pecados del ayer
hago elogio a la fogata del neceser
donde la meta es adorar tu compañía,

la mirada de tus celos deja ver
lo que oculta el idioma de tu piel
y me embriaga de tus besos la alegría.

Devoto





Devoto

Brindo con tu perfume a tu salud,
quitándome las alergias de la alegría,
el pasado descansa en ataúd,
viste como tu felicidad me derriba,

y acepto que te saco de quicio
un montón de pocas veces,
porque me aferro a mi insano oficio
inventar tragedias con creces,

y me empapa la tierna saliva
de la torre abandonada del deseo,
no hay más duda a la deriva
dejando de creer en lo que veo

se enferman las pesadillas
lúgubres de historias que me hacen daño
mientras camina en un desierto mis poemas lacayos

siendo tú tan niña,
interpretas con elegancia y me haces devoto
al Petrus alojado en el cielo de tus ojos

lunes, 1 de noviembre de 2010

Meta, calma


Si te animaras a mentirme con jugo de silencio
si escarmentara el penoso destino de fingir
haciendose fuerte sin ataque de nervios
el incendio que me carcome sin tenerme dentro,
si con tus pestañas invernales
sacaras brillo a los cristales inalcanzables de la sepultura,
si tu silencio no tuviese boca,
si me tocara la suerte esta mañana,
si machacara el alma de la coca
que de tu nariz se derrama,
si pudiera ser yo mismo una semana
sería en fin...divisar una meta,
meta que me calma