Crimen

Desde que te conozco no duermo bien,

ni aparento caerle bien a la gente,

grito por la calle sin esperar respuesta

mientras me abanica tu sonrisa por la espalda de la alegría que me das,

me reinvento cuando hay peligro de naufragar

en esta loca aventura de no acabar de conocerte,

y pierdo los papeles cuando tu ausencia

es una pantomima de la soledad que me enferma,

qué tonto me dejo ver…

desde que te conozco atizo la llama

encapsulada entre mis dedos para tocarte

y soy esclavo del tiempo que pasa a cuentagotas

los recuerdos fugaces que logré robar de tu vida,

se manchan de ternura mis ojos brillosos de felicidad,

desde que te conozco no me humillan las musas

ni me araña el devaneo aislante del fracaso,

no me dejo comprar por maniquíes con perfumes ajenos

ni coqueteo con señoritas que me piden fuego…para sus cigarrillos…

me desarmo cuando liberas el milagro prohibido de la complicidad

y hago del viento un mensajero perdido del secreto,

deshojo las pestañas de la libertad que me ofreciste

y me descubro escribiéndote a mitad de una noche hermosa…

más que tú…sería un crimen.

Que poca vergüenza

Que le quiten sus uñas, que le manchen los dientes, que le exorcicen la pereza,

que se caiga de espalda, que se estriña su vientre, que le corten la cabeza,

si este Perú está más resaltado que sol que se duerme

cómo no hay publicaciones mancebas pegadas en la dícese su blog,

fanfarrón de naturaleza, o escribía por imitar a snob?

Con tanta alharaca de pluma que sangraba de opiniones,

hágame un campito en sus habitaciones porque con esta inflación las musas se espantan

dice el diario Gestión, que ya no están cotizan las faldas

sino la Manzana mordida, pelucas en La Haya, trenes sin estaciones,

otorongos pidiendo aumento, se cae la bolsa en su cartera,

campeona Paolo y de momento la prensa lo homenajea,

que enchila Chile con sus millas embargadas, que se nos muere Chávez por cuarta,

que si ganas cien mil hallas “marcas” y si tienes ideas busca parteras,

pues, qué más digo, que poca vergüenza en tu nombre,

ahora que andas sin abrigo, el verano la barriga no te esconde

ni tus lentes simulan lazarillo,

busca pluma, papel y si te cansas teclado y monitor,

desempolva el ejercicio que drena la inspiración

y póngase a narrar como soñaba, porque

por tanto dormir se le escapaba, la persona que una vez añoró.

Qué más da si son cosas buenas o malas, pero que quede grabada en la pantalla,

 A ver si las musas se limpian las legañas.

A mi Chavelita...que en paz cante llorando

Hace frío en su verano,  y lo dijo

en voz baja con el fin de descuidar

la atención prestada de los hijos

de la llorona y  de la soledad,

el llanto desconsolado de  la juerga

en la mesa escondida de la razón,

imagino que tu alma no está en venta

ni se baña mi silencio en el alcohol,

yo no me sabía ni tus canciones completas

ni tu primer paso, ni bandera caribeña,

juro por mi madre, que es la primera,

te quería tanto que me olvidaba de ella,

muda con garganta, grito de pueblo,

poncho que se calienta con las palmas de su voz,

pelo plateado por el sueño,

sueño que también soñé yo,

dama con una dulzura amarga

que gusta al paladar de la compañía,

mujer grata, equipaje de la poesía,

paloma joven de los excesos,

duermo  donde descansan tus huesos

porque tu nombre me abriga.

Maleficio

Cuando veo el hechizo temible

de unos ojos cazadores buscando abrigo en tu futuro,

porque tu cuerpo es un fruto maduro

que apetece a la sombra del deseo,

te juro, porque lo creo,

que mi alma arde sumergida en el sudor insoluble

de la saliva de los celos,

cuando la flor perdida del provenir no me dirige la palabra,

Si me vieras maldecir el verbo que se forma

cuando te preguntan cómo te llamas,

cuando la calma de tus marea se atormenta de curiosidad

y yo, porque me dejo ser,

pierdo la dirección correcta de tu atención,

pesa poco el corazón, cuando el amor no habita,

quema duro el recuerdo cuando se embarga lo querido,

dime si es poco cariño o hablo de más.

Entre dos besos

Busco mi mitad sumergida en tu piel,

busco la miel herida, la sal prohibida,

su voz en el fondo de mis pesadillas

y tu mano al terminar el ayer,

busco la promesa que escribiste en el árbol,

el tatuaje falso que luciste en la feria,

busco un ángel revolucionario

busco la boca del sol entre tus piernas,

busco el sonido ahogado en el agua,

la zona franca de nuestras caricias,

busco un semáforo en verde en tu espalda

y busco palomas donde crían golondrinas,

busco y encuentro y no sé

que hacer con la maldición del tener

 que aprovechar el tiempo que se frota

entre dos estatuas de sal,

cuando entre dos besos se abre el mar

y somos felices con lo que nos toca.

Sr. Más

Si quieres tocar el tema, vocear oscuras lemas,

marcar una frontera entre mi cerveza y tu vaso,

militares con cadenas, guerrilleros de mosquete

con mentiras de juguete se asesina a mi gente,

informado o uniformado,

lo veo siempre callado, con tanta sonrisita

hasta brisa se marchita, y una no tiene la culpa

de llegar tarde a casa, con la dignidad en el rabo,

llegue tarde al trabajo, es que hay paro es que hay paro,

no descuenten mis haberes, ni culpe a la policía

de la metida de pata de la autoridad barata,

proponiendo cambio duro,

brindar con cianuro se hace costumbre esta noche,

si seguimos así no nos sorprendan con bombas en los coches,

un pueblo que se queja por seguir al lazarillo,

sacerdote o rabino, engaña a sus ovejas,

si se queja o no se queja, siempre es feliz en pascuas

prefiere buena pinta de juegos

a beber agua de su casa,

tan grandote y peleando por vocero,

ojeras de sapiente, franco peruano un pedo,

meterle miedo al miedo con su retrograda compañía,

aquí no hay poesía? Y por allá que encuentra

no será que la merienda se sale más rico a mi tía,

así son las cosas, usía,

tanta sorpresa que apesta, asusta a la policía,

si se turba la melancolía, tanto alcalde ratero

si su pueblo es un enredo y victima de terremotos,

compra terrenos como loco

y para callar arma aeropuerto,

no basta con ser criminal,

usted sí que se pasa de pendejo,

y tanta turba que asusta al que lee sin querer

marcha comunal en el ajedrez,

y aclarar ideologías, asesinos con plastilina

formadores del fracaso, viviendo del pasado

un ciempiés lesionado creo que mejor andaría.

No hay manera

No hay manera de acaparar la atención que te doy

ni silbarle bajito a la sombra bajo tu falda,

ni espantar tu recuerdo que me distrae

y me hace olvidar el siguiente verso,

no hay manera de escaparme de la isla de tus encantos

ni subirme a tus zapatos cuando lloras,

no hay manera de escucharme cuando hablo

ni chance de no tumbarte en la alfombra,

no hay manera de buscar posibilidades

para no cooperar con la física y la química,

de sudar frío desabrigando las bondades

que mi anatomía absorbe por cínica,

no hay manera que te enamore convenientemente

sin violar celibatos dentro de mi mente,

ni burlarse de la primavera de cualquier manera,

no hay manera de danzar sin tu vestido flameando

sin tus besos exagerando

la impronta abusiva de saborearte con ansías.

contigo Claux

Mujer

Qué milagro más se les escapó a Dios a Alá y Buda,

qué sentencia para los espejos,

la belleza en el tocador suda

en la silueta encantadora de tu reflejo,

se arma guerra en la montaña a tu nombre

y se conforma el perdedor a mirarte,

soñarte sale caro al despertarme

con el sabor de tus labios que me absorben,

sarcasmo del deseos el desearte

y mapa falso del infierno poseerte,

tocar el cielo con la piel en un instante

y sembrar amapolas de papel por no perderte,

sabrás tú como avanzar en mi memoria

si esta historia la cuento

desde mi torcida perspectiva,

mujer que sabe ser mujer, agua de gloria

bendición de la sal y ungüento

y para calmar al divino es fruta prohibida.

Fantasear

Decidido, silencio a parte,

boca que calla muerde amargura,

mis palabras moribundas sobran en al tumba

que pena no poder decírselo a nadie,

más hundido que tu desgano en mis genes,

que la pala del asesino en el nombre de su crimen,

paga el desamor con la incomprensión de miles

el vinagre que se fermenta en las sociales redes,

ni descalabro, son sólo quejas abatidas

que en la ruinas de mis alegrías,

venden zapatos caros a mi consorte

estúpido usted, si no hay quien lo note,

y me deja lejos el tren de la oportunidad

y me asfixio con el tiempo libre

cuando tu recuerdo se suprime,

y no respirar por emular elegancia,

tú sabes que no sé, preciosa farsa,

cuando en la calle si te cruzas  queda ignorar