Busco mi mitad sumergida en tu piel,
busco la miel herida, la sal prohibida,
su voz en el fondo de mis pesadillas
y tu mano al terminar el ayer,
busco la promesa que escribiste en el árbol,
el tatuaje falso que luciste en la feria,
busco un ángel revolucionario
busco la boca del sol entre tus piernas,
busco el sonido ahogado en el agua,
la zona franca de nuestras caricias,
busco un semáforo en verde en tu espalda
y busco palomas donde crían golondrinas,
busco y encuentro y no sé
que hacer con la maldición del tener
que aprovechar el
tiempo que se frota
entre dos estatuas de sal,
cuando entre dos besos se abre el mar
y somos felices con lo que nos toca.
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