Desde que te conozco no duermo bien,
ni aparento caerle bien a la gente,
grito por la calle sin esperar respuesta
mientras me abanica tu sonrisa por la espalda de la
alegría que me das,
me reinvento cuando hay peligro de naufragar
en esta loca aventura de no acabar de conocerte,
y pierdo los papeles cuando tu ausencia
es una pantomima de la soledad que me enferma,
qué tonto me dejo ver…
desde que te conozco atizo la llama
encapsulada entre mis dedos para tocarte
y soy esclavo del tiempo que pasa a cuentagotas
los recuerdos fugaces que logré robar de tu vida,
se manchan de ternura mis ojos brillosos de felicidad,
desde que te conozco no me humillan las musas
ni me araña el devaneo aislante del fracaso,
no me dejo comprar por maniquíes con perfumes ajenos
ni coqueteo con señoritas que me piden fuego…para sus cigarrillos…
me desarmo cuando liberas el milagro prohibido de la complicidad
y hago del viento un mensajero perdido del secreto,
deshojo las pestañas de la libertad que me ofreciste
y me descubro escribiéndote a mitad de una noche hermosa…
más que tú…sería un crimen.
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