
Digo de este oficio
que parece vicio,
presa de especulaciones,
una mala fama
para buena cara,
las musas que me llegan en camiones,
labios leporinos,
cáncer con un alma
corazón de contrabando peruano,
una carretera
para que cualquiera
escupa lo que digo que yo amo;
congratulaciones
de mis amistades,
muchas emociones,
tremendos desmanes,
pero aqui me siento
como un desierto
solo en esta vida medio muerto,
perdoname si aburro,
siempre inoportuno
aparezco cuando no me lo merezco,
me regalan besos
unos labios abyectos,
los nueve circulos del infierno,
con mi lentes raros,
soy segunda mano
de un escritor que escribe lisonjas
mi cripto es mi cuarto
donde vivo con mi padre
y absorvo el dolor como una esponja...
1 comentario:
No eres un desierto eres un manantial de expresión.
Heidegger decía que la poesía suplía la indigencia de la metafísica.
Un abrazo
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