La vida poderosa e irrepetible,
verdugo impío de la sonrisa de la muerte,
me obligas a ver pocas cosas
y sentir caer los pétalos de mi juventud
como soldados anónimos de una guerra perdida,
a manchar de recuerdos cercanos mi hoy
y escarchar con nostalgia todo lo no disfruté por bobería,
he de declararte la guerra en el mastil de un grito de titan
que se ahoga en la sombra que descansa en el vestido de mi párpados,
he de verte dormir cuando despierte otra vida escrita
por la fe de los hombre
No hay comentarios:
Publicar un comentario