Pasaron aprisa los azules años,
cuando éramos niños detrás
de un balón y una falda,
y vino la vida, peldaño a peldaño,
a darnos su beso brutal
a traición por la espalda.
Y descubrimos que volver del revés,
mujer, amor, amiga, celos,
era un camino para ver
junto al asfalto florecer
un huerto entre los rascacielos.
Y descubrimos que ocho y dos suman diez
y que dos son mejor que uno
y comprendimos que a la vez
que dos y uno suman tres
cubiertos para el desayuno.
Vimos enseguida que no había manera
de subir de la mano los tres
juntos por la escalera:
cuando ella me dijo "me caso contigo",
a dios le tocó en la función
el papel de testigo.
Se trata sólo de ponerse a sembrar:
cualquier momento es oportuno;
se trata sólo de empezar
con ganas. ¡No me negarás
que lo hacen dos mejor que uno...!
Se trata sólo de empezar a sembrar;
cualquier momento es oportuno.
Los del taller me ayudarán
con la canción a demostrar
que lo hacen dos mejor que uno.
Petrus Cairo
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martes, 26 de enero de 2010
dos mejor que uno.
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1 comentario:
Pinceladas a carbón y un corazón que está inspirado para darse en cada verso...
Atma
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