
Vine a San Juan a robarle al azar
una canción,
vine a San Juan a buscar un lugar
sin corazón.
Vine a San Juan a romper los vaivenes
de la rutina,
vine a San Juan a subirme en los trenes
con Mesalina.
Vine a San Juan a forzar los candados
de mis prisiones,
vine a San Juan a cambiar mis dorados
por tus marrones.
Vine a San Juan a tatuar un sicario
con mi bombín,
vine a San Juan a rezar el rosario
de San Fermín.
Vine a Miraflores a dormir en hoteles
sin bacalao,
vine a San Juan a regar los claveles
de Wenceslao.
Vine a San Juan a bailar en la pista
del doctor Fausto,
Kafka fue un precursor
costumbrista
del holocausto.
Y hoy, de vuelta en el viejo sin fin,
prófugo en casa,
mareando otra vez la perdí
a ver qué pasa.