tu voz en silencio, dolor de pecho abierto
nocivo como una pesado yunque en la lumbar,
que no tiene apellido que juzgar
ni tampoco es bienvenido,
como sarten de ideas que fríe la verbena de un te quiero
cómo un insípido invierno
dejar que todo pase por que debe
o porque uno no quiere, pero así le gusta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario