Cuando descubres el secreto del silencio y dan a luz al
fin las semillas
un pez alado aprende a tropezar con el viento y llora duro
por sus heridas,
cuando me dices que hablo demasiado y si guardo mi
opinión me resondras
un año más sin desenamorarnos, cuando el corazón consigue
una sombra
donde dormir…
Y este camino largo como excusas y sin señales claras
donde llorar
los funerales de mis primeras musas, la voz que no
recuerdo de papá,
un mal acento disfrazado de extranjero, un colibrí
tomando un reposo,
una preciosa con seis cuerdas en tu ropero y un “soy
feliz” derramado de tus ojos
como maniquí…
sube y baja, escapa y se entrega la dicha pasajera del
bus de lo añejo
toma aliento si te enredas con el cabello ajeno de una
sombra haciendo compañía
darle bocado a cuervos que opacan tu sonrisa…hasta
Monalisa estaría de acuerdo…
no soy ingeniero de la palabra ni analista de teoremas,
ni verdades ni blasfemias,
ni quijotes ni aladinos, ni pasado ni destino, todos
tenemos problemas,
y en las aguas del Nilo arrojé los poemas, esos escritos
que me retornaban a tu nido,
las huellas digitales que olvidé en tu piel de arena…
sin ti no hoy mí…
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