Uno sabe qué decir cuando el miedo visita,
se muda de casa y busca una meta alcanzable,
deja empeñado el tiempo perdido
y las heridas clandestinas expuestas en papel
con un beso de sable,
uno sabe cuando callar si muere despacio
si el destino pisotea la maqueta de tu sonrisa,
si se hipoteca la calma
y sobre la mesa de noche un nuevo espacio
alardea que renace el motivo
de andar volando como golondrinas enamoradas
de la cuna donde resbala el viento,
habrase visto amor eterno que termine de repente?
no me extiendas más el tema
llorando como Magdalena
no maquillas más el drama,
una mañana siempre llega
con boleto de primera
a compartir contigo la cama.
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