Petrus Cairo

Mi foto
Lima, Peru
Si tienes algo que decir, por qué callar

Seguidores

miércoles, 7 de marzo de 2012

Pelea

Cuando conozcas a ese, que es mejor que yo
con miles de presidentes muertos en su billetera,
cuando la vida nos trate de mala manera
y la cueva de la oportunidad no huela a amor,

cuando dramatizes el pecado de estar juntos
y no te pesen los besos que me diste,
llegarán tarde las reconciliaciones
y en el jugo de las decepciones remojaras mi corazón,

cuando se haga promesa el olvido
junto a todo lo que duraría para siempre
y la mentira hierve el agua del tal vez
y negociar la opinión con la gente,

cerraré la puerta madera y cerrojo
si el desamor tiene antojos
de quitar el azucar de mi alma gemela,

te despertaré de esa pesadilla
y hagamos al pasado las cosquillas
para que el amor gane su primera pelea.

Maqueta

Uno sabe qué decir cuando el miedo visita,
se muda de casa y busca una meta alcanzable,
deja empeñado el tiempo perdido
y las heridas clandestinas expuestas en papel
con un beso de sable,
uno sabe cuando callar si muere despacio
si el destino pisotea la maqueta de tu sonrisa,
si se hipoteca la calma
y sobre la mesa de noche un nuevo espacio
alardea que renace el motivo
de andar volando como golondrinas enamoradas
de la cuna donde resbala el viento,
habrase visto amor eterno que termine de repente?
no me extiendas más el tema
llorando como Magdalena
no maquillas más el drama,
una mañana siempre llega
con boleto de primera
a compartir contigo la cama.

Escribir

Los que leen saben mejor que yo
que este oficio extendido
es una laguna seca de talento
un maleficio en mis dedos sumergidos
sin tino para conmover ni ocurrencia celebrada
palabras descaradas que sólo
en el mismo tono mueren calladas,
ni tú ni nadie se atreve a decirme
el camino torcido donde casi desafallece
los pasos de la sombra de mis sueños
con la soga al cuello agradece
perteneciente o no al gremio,
escribir es un pleito de mi boca y mi razón.

Balsa rota






















Escríbeme...acabo de llegar a esta ciudad

soy naúfrago de mi propio cuerpo, inquilino de la razón,

armando gresca con la imaginación

que empuja en un blues mi desazón,

escríbeme porque no hay palabras que quiera escuchar...

escríbeme por odio o para declararle la guerra a mi distancia,

para que se hunda la balsa rota de mi melancolía,

escríbeme para hacerme compañía

y la lluvia de mi bolsillo seque en soledad,

escríbeme porque antes tan sólo era eso...

puedes hablar de lo que quieras,

escríbeme al menos una línea mensajera

donde pueda encharcar el último aliento de tu recuerdo

dedicado a mi nombre,

escríbeme, no importa si es monosílabo o silencio,

has de brindarme ese favor cuando de mi sólo quede ayer...

Agua de arte





Esta mañana patiné en el cristal de tu música

deseando un recital cerca de mi casa,

ya no venden boletos para el cielo

sólo regalados puedes pasar al show,



esa música hipnotiza bruscamente mi silencio

y me dibuja un ángel en la mochila

para llevar planetas de ideas a mi corazón,

ocurrencias que jamás pude idear sin asustarme


de la importancia de cambio que traía ese poder;



me regalaste un color que no conocía

para transitar en un camino menos amargo,

mientras sangren los duraznos en el este paisaje

andar sin equipaje es un camino largo,



y la fantasía es una moneda usada

que a cambio de universo sabe dormir contigo,

no necesitamos ángeles vigías, sólo voces...


dulces voces que saben cantar un sentimiento...

que saben robar un crayón...



en la tímida risa de ojos de papel

que miran el anillo perdido de un capitán soñador...

Luis Alberto...que silencio se escucha ahora.