La espalda del desamor (quien la busca o la enamora)

Mi modo de respirar asfixia a las rosas,
es pecado esperar lo que ya terminó,
si te cuesta entender,
imagina las rocas
con silencio de invierno
y un arcoiris de tecnopor;

los que dicen, "el mundo es ajeno"
no mueven ni un dedo,
para maquillar una mañana,

qué es peor manchar una sonrisa
o evitar una visita
o expirar la pasión...

Las razón de tus verdades,
comen de mis pensamientos,
se filtran en el tiempo
con auxilio de aventura;
sin pensar demasiado,
un abrigo alquilado
es la espalda del desamor,

la mujer que adorna este verso
no sabe que me pasa,
ni que hace rato que no duermo,
me atormenta la pensión de un te quiero
y la mención de mi nombre en misterios;

los amigos que pronto se fueron,
consumieron sin respeto pero con extrema elegancia,

no es razón para ponerse triste,
si de vivir queda morirse
en la foto familiar de la distancia.