
Vacuna oculta contra la razón,
chisme de ángeles caídos en al jardín,
zumo del fuego fatuo del sol
con los celos que duermen detrás de mí,
y debe ser morena la arena que usas de piel
y me imagino tu silueta en un cuplé ardiente,
acariciando mi silencio sin el bien
que se pierde en mi actos pertinentes,
sin tu llamada nocturna no parpadeo
el caro milagro del olvido,
tu sudor, una hoja fría en mi cuaderno
y tu doble vida mi destino,
oh diosa austera del pecado
que usa la primavera como camino
para usurpar los encantos del pasado
y ensayando el volcán que compartimos,
tus manos escondidadas como espías
dibujándome cosquillas
en la espalda de mi alma en oferta,
tus lágrimas pesadas con telarañas
viéndome morir cuando te callas
esas ganas humectar nuestras fronteras.