Que tus miedos se aterren de alegría
que tu frágil risa deje ver la arena
que hay en el fondo de tu pena,
que pidas deseo en la Gran Vía,
que ofertes desgano por ansias,
que la fiesta por dentro se expanda
que te cubran de besos la espalda,
que no te avinagren el alma,
que se acabe la ley del abstemio,
que no guarden temor al olvido,
que no muera por amor Cupido,
que renazcas en mitad de un te quiero,
que abandones el nicho de mi nombre,
que jubiles la nostalgia en otra cama
que se escapen lagrimones por la ventana,
que los favores no barnicen una orden.
que se vengue el pasado del mañana,
que tu aroma me acaricie el día,
que me dejes entrar a la salida
de la pasión que esconde en tu falda.
Petrus Cairo
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martes, 26 de julio de 2011
Viajero
¿Será el viajero meditante?
habrán en sus mochilas pesadas tormentas
que no lo dejen hospedarse
en el inquieto corazón de una cualquiera,
que no aprendar a llegar tarde,
que me se abandone en primavera...
será el viajero deseoso
de una luz que no tenga principio,
como las babas de un barco perdido
o como las pestañas de un sueño velado.
Seré yo el caminante o el perdido.
habrán en sus mochilas pesadas tormentas
que no lo dejen hospedarse
en el inquieto corazón de una cualquiera,
que no aprendar a llegar tarde,
que me se abandone en primavera...
será el viajero deseoso
de una luz que no tenga principio,
como las babas de un barco perdido
o como las pestañas de un sueño velado.
Seré yo el caminante o el perdido.
Si o no
Qué frágil ser humano habita en mis entrañas,
si levantan la voz fallece y si la bajan extraña,
si aprende a bailar cae si corre se oculta,
qué frágil ser inquilina mis interiores
sin entender que la vida tiene metas,
que sus metas son prohibidas
en la corte de su realidad,
sin hacerle daño a nadie
desvive un deseo a escondidas
y desaparece del vertice de esta vida,
sin nadie que lo extrañe
hasta que una tímida foto
deje herencia de una amarilla infelicidad,
qué frágil ser humano había dentro.
si levantan la voz fallece y si la bajan extraña,
si aprende a bailar cae si corre se oculta,
qué frágil ser inquilina mis interiores
sin entender que la vida tiene metas,
que sus metas son prohibidas
en la corte de su realidad,
sin hacerle daño a nadie
desvive un deseo a escondidas
y desaparece del vertice de esta vida,
sin nadie que lo extrañe
hasta que una tímida foto
deje herencia de una amarilla infelicidad,
qué frágil ser humano había dentro.
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