Petrus Cairo

Mi foto
Lima, Peru
Si tienes algo que decir, por qué callar

Seguidores

lunes, 27 de junio de 2011

Hablar de ella

Hablar de ella es desnudar mi escencia,
describir la muerte de la desdicha,
barnizar la niebla con la caricia
y escapar del orgullo de la sapiencia,


hablar de ella es tartamudear con el alma,
hacer memoria de un puente de milagros
sembrados en la pecas de un rosario,
hablar de ella atormentar la calma,


colorear lo incoloro en el vacío,
hablar de ella es suficiente cual eterno,
es saciar de dulzura un cuaderno
e independizarse del olvido,


hablar de ella es tropezar una sonata,
es el segundo apellido de mis hijos,
hablar de ella es acalambrar una mirada
es dar por terminado un cumplido,


hablar de ella es suplicar que se repita
la interminable sorpresa del tiempo
que no basta con mi vida,


hablar de ella es absolver mis sentidos
de la rabia del destino
y mudarse a la dicha.

Para ti mi Claux, no se acaba la magia...sigues inspirando intensamente

Feliz Día Giuliana

Que no se diga en la comitiva del cielo
que tu amor muere de celos
por la belleza que derrochas,
cada tarde prende una vela
acariciando la verbena
de la pasión bajo tu ropa,
no hay descuido de sentimientos,
ni lamentos de aladinos,
ni propinas que el destino dejó caer en su sombrero,
mensaje de la alegría
no te das cuenta hoy día
que cumples otro aniversario de tu año primero,
y vengo con intención de homenajearte,
de visitarte para quedarme,
de obligarte a ser mimada por tu gente,
la mujer de mi hermano que invierte
el calendario para florecer a su manera,
para sacar lustre a la primavera
que asiente en el espejo de tu cuarto,
no te das cuenta?
Giuliana,
que a la noche de esta mañana
compartes un sueño en pijama
con un guapo...

Luchador

Mudo, el testigo ocular que duerme sobra los pastos,
sobre esos pastos donde caminó mi infancia,
en esa infancia donde maduró mi voz,
y esa voz que no usaba cuando niño,
cuando niño aromaba el campo con mis sueños,
con mis sueños de campesino luchador,
campesino luchador que fundó una ciudad,
una ciudad vacía de epidemias,
la epidemia melancólica de la deriva,
la deriva sonriendo en la cometas,
las cometas que de agosto se acostaban,
un agosto donde le cantaba a Andeco,
un señor más caballero...que el hombre,
y provinciano tiene más volumen que el criollo,
y el criollo pinta jarana en seis cuerdas
y seis cuerdas hacen precioso a mi Perú,
mi Perú, testigo ocular que duerme sobre los pastos.

Para quejarse

Las fotos de este cuaderno que abonado
de rayas esquivas y lagrimones,
qué principe de la miseria me ha embargado
la casta de mi zapatos dormilones,

en el camino perdido dejé mi voz mojarse
sobre un plástico invierno sin mejora,
ser humano es razón para quejarse...
que bonita sonrisa tienen las olas.

A tu paso sin descuido
con la misma gracia que derrochan los santos,
qué miedo verte dormido
en una cama con los huesos de mis llantos.

sueño y vicio

Qué sentencia borra la mona moda
creciente del porcentaje de la impaciencia,
qué dirías tú en la epístola de tu boda
cuando encanecías sin prudencia,
cuando aparcabas sin destino
el carruaje en ruinas de la novedad,
los noventa no tuvieron edad,
ni soñar cuaja ni mola,
búscame una silla en el huerto
del guante mimado de una artista sin auspicio,
pobres los que viven en el pasado,
sueño y vicio...

Qué mundo

Sabes? a veces pasa que quieres ver a alguien después de muchos meses y decirle "Hey, cómo has estado, tomamos algo?" y de pronto te regala una historia para contar, un pedacito para iluminar la imaginación y sales sorprendido del mundo maravilloso que habita en esa persona, y luego despiertas de ese sueño, no sabías que eso era, y le dices a esa misma persona, "te quiero, ojalá nos veamos pronto...tienes mucho que contarme"


Un inicio de charla con Lourdes...qué mundo.

domingo, 12 de junio de 2011

Serenata



Qué tiene que decir el silencio

que camina conmigo, ay si tú me vieras,

cuando se nubló el camino que nadie transitaba

y en una cama alquilada

pintaste un febril suspiro,

he de soñarte de día con la gracia diaria de tu vestido nuevo,

sin practicar una verdad ni una mentira,

sin ser parecida a mí, sin ahogar mi garganta,

y con todas los viajes que inician las ideas de tu cabello

alojado en un cómodo sueño,

que bien me hizo llorar la tarde aquella,

ay si tú me vieras,

una dulce serenata seduce mi lamento,

y no escucho el tiempo filtrarse por mi piel,

sólo pienso...

en el tronco tumbado en la orilla de un rezo y un paso adelante.


Para la niña que lloró mucho por un boleto de ida.